Prohibido publicar imágenes de mujeres en revistas y libros
Actualidad y realidad
El periodismo está tan pendiente de la actualidad que a veces se olvida de la realidad, y un lector puede acabar como ese manchego que se volvió loco de leer tantas novelas de caballerías.
El periodismo cuenta lo que pasa, lo que no pasa y especialmente lo que ignora, hasta el punto de que lo que no aparece se convierte en lo único visible
Fotografía: Mary Guillén
Texto: Ricardo F. Colmenero
Mary Guillén
¿De qué sirve la vida si no puede ser vivida?
Me siento orgullosa de ser fotógrafa y de que el proyecto @29miradas haya contado conmigo.
Como mujer y sobre todo como persona la palabra 'prohibición' ya me llena de una rabia interior que no sé muy bien explicar.
Mi 'prohibición', la número 29, prohíbe la existencia las imágenes de mujeres impresas en revistas y libros o colgadas en muros de casas o tiendas.
Soy Fotógrafa, siempre con la A, y esto me llena de rabia y dolor al mismo tiempo que las demás prohibiciones.
Me siento afortunada por haber nacido en el lugar que nací y orgullosa porque siempre he defendido y defenderé al ser humano sea mujer o sea hombre.
He viajado y fotografiado muchas culturas y siempre he respetado pero esto no me parece de ser persona, me parece algo inhumano.
He participado en este proyecto desde el alma, porque creo que defender la dignidad del ser humano es lo que me trajo a la vida.
Agradecer de nuevo a @29miradas haber contado conmigo para ayudar a dignificar en la medida que se pueda a la MUJER AFGANA.
Gracias por este proyecto, gracias a todos los que hemos dicho SÍ, y ojalá consigamos que el mundo no eche la mirada para otro lado y ayudemos entre todos.
Ricardo F. Colmenero
Periodista y escritor gallego afincado en Ibiza con muchos años de trayectoria en el periódico 'El Mundo'. Tiene entre otros galardones el prestigioso Premio Nacional de Periodismo Julio Camba 2018.
"Como mi amigo Fabio es ingeniero hace cosas útiles como hospitales. Y no como yo, que escribo reportajes en @elmundo y escribo libros.
En Badghis hizo uno. Y siempre me acuerdo de cuando su traductor de afgano, un crío, les vino con el drama de que había dejado a su novia embarazada. Fabio poco menos que pensó en la lapidación de la chica. Su novio también. Al final lo arreglaron entre las madres. El novio tendría que secuestrarla, volver al cabo de unos días, y casarse. Un malabarismo social y religioso salvó a la chica. Algo que a un occidental jamás se le habría ocurrido.
Participo en @29miradas para que no se olvide, yo el primero. Y para aprender, yo el primero, cosas como que en Badghis, me cuenta Fabio, ni siquiera había talibanes. Solo un modo de vida que sobrevive en el mundo rural en oriente medio desde hace siglos...".