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Extinción de las youtubers afganas
Cuando la fama se convierte en problema
Shamsia Karimi era famosa e independiente económicamente gracias a su canal en la plataforma YouTube. “En todas partes la gente me aplaudía y me decía: ‘¡Bien hecho, estás haciendo un trabajo maravilloso!’”, recuerda esta mujer, que prefiere usar un nombre ficticio para esta entrevista. Pero cuando regresaron los talibanes al poder, esa misma fama se volvió un problema y la angustia le hizo huir del país, sola y escondida bajo un burka. Ahora, Shamsia desearía sobre todo poder cambiar el pasado. “Ojalá no hubiera creado nunca el canal de YouTube, ojalá fuera una de esas chicas que no se interesan por los acontecimientos políticos”, dice, aún invadida por el miedo, desde un país extranjero que desea que se mantenga en secreto.
El mismo comandante talibán que la había interrogado le envió un mensaje de texto proponiéndole matrimonio y también fotografías de su familia.
La renuncia de Shamsia a hacer lo que más le gusta no es un caso aislado. En el último año y medio, varios youtubers, hombres y mujeres, otros afganos conocidos en redes sociales, han sido arrestados y encarcelados en el país. Uno de los ejemplos más sonados fue el de Ajmal Haqiqi, detenido el pasado junio junto a otros amigos por insultar los valores islámicos en sus videos.
Algunos de ellos siguen privados de libertad y de otros no se tienen noticias. Farid, un youtuber de 25 años que no desea que su identidad sea revelada, vive en Jaghori, un pueblo de la provincia de Ghazni (sureste) y asegura que tres afganas muy activas en esta plataforma fueron detenidas en diciembre en esta zona y no se tienen noticias sobre su paradero.
Artículo publicado en: @el_pais